
El nombre de Hacia el sur viene de aquellos años en los que viví lejos del mar y es lo que más echaba de menos.
Cuando una se marcha de casa a estudiar, trabajar o cualquier cosa, nunca sabe a ciencia cierta si podrá volver algún día. La vida nos lleva por muchos caminos y siempre nos sorprende.
He vivido en Madrid, en Sevilla, en Nueva York y… si algo tengo claro es que lo que más se echa de menos cuando se tiene lejos es el mar y, en mi caso, el mar siempre estaba al sur, mi San Fernando, mi Isla.
Y, ¿por qué este nombre?
Pues, porque ir Hacia el sur es sinónimo de…
Ir hacia donde el corazón te lleve, hacia ese sitio que, al final, siempre te deja la misma sensación que la que sientes en tus pies cuando, después de mucho tiempo, vuelven a pisar la arena en la playa. De correr como un niño cuando la carrera finaliza llegando al mar. De ese momento en el que notas que tus pulsaciones se relajan o que se aceleran por completo por esos amores de verano y de esos primeros romances en los que todo parece un drama pero que vivimos con la mayor intensidad.
De disfrutar de esos cielos azules donde el sol parece eterno pero, incluso cuando se despide, nos deja unos colores maravillosos. De ir hacia las sonrisas entre amigos, los bailes porque sí y las risas sonoras. Hacia donde un pedo es sinónimo de risas durante un largo rato y puedes ser tú mismo y caminar descalzo (si, he escrito pedo porque me hace mucha gracia😂). Hacia la música eterna de canciones cantadas, oídas y bailadas en conciertos y festivales. Hacia donde vivirás mil vivencias y crearás mil recuerdos que, cuando seas mayor recordarás con tremendo cariño.
Hacia el Sur es una actitud ante la moda y una forma distinta de ver el mundo. Eres tú que haces este sueño posible. Gracias.